“Amor y vejez” es una reflexión del gran Chateaubriand sobre el feo asunto de hacerse mayor.
¿Cómo ama un señor mayor? ¿Cómo ha amado a lo largo de su vida?
Las conquistas del joven Chateaubriand eran de órdago, el francés era un fiera de cuidado.
Como yo, vamos.
Hay un párrafo que me ha dejado helado: “Haz una cosa. Sé mía y luego déjame traspasar tu corazón y beber toda tu sangre. Lloro lágrimas de hiel por tu pérdida. Quisiera devorar a aquel que posea semejante tesoro”. Miau, remiau y requetemiau.
“Amor y vejez” son fragmentos de la biografía amatoria de François-René Chateaubriand, unas confesiones a veces delirantes a veces casi pornográficas, muy muy recomendables. Un autor casi convertido en viejo verde, crudo y directo. Para relamerse, vamos. Meow. Edita Acantilado.
Las conquistas del joven Chateaubriand eran de órdago, el francés era un fiera de cuidado.
Como yo, vamos.
Hay un párrafo que me ha dejado helado: “Haz una cosa. Sé mía y luego déjame traspasar tu corazón y beber toda tu sangre. Lloro lágrimas de hiel por tu pérdida. Quisiera devorar a aquel que posea semejante tesoro”. Miau, remiau y requetemiau.
“Amor y vejez” son fragmentos de la biografía amatoria de François-René Chateaubriand, unas confesiones a veces delirantes a veces casi pornográficas, muy muy recomendables. Un autor casi convertido en viejo verde, crudo y directo. Para relamerse, vamos. Meow. Edita Acantilado.
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