lunes, 28 de marzo de 2011

"Contra España y otros poemas no de amor", de Leopoldo María Panero

Arrebato cuando leo a Panero. Siempre. Es una voz que viene de otro lugar, y por eso conmueve.
Sus experiencias no son las nuestras, y eso, al escribir, se palpa, y te abofetea en tu cara de supuesto lector de poesía. Panero noquea, muestra escondrijos del alma que uno desconoce. Insisto: conmueve.

"Soy una vieja en un bar llorando
mientras los hombres juegan al tribunal del silencio"

A veces veo mucho de la Biblia en sus versos, otras imagino apocalipsis que no han ocurrido, a ratos huele a pan quemado, luego a cucharas quemando. Por momentos escucho pájaros inexistentes, pasos por caminos de tierra al atardecer, cadáveres contando chistes a idiotas de un pueblo, ángeles caídos.
Leopoldo María Panero, lo admito, da miedo en ocasiones; pero en otras recuerda a un adolescente encerrado con ganas de gritarle al mundo lo mucho que se está perdiendo o lo poco que se ha perdido.
Hace una semana vi "El desencanto", (Jaime Chávarri, 1976), ese doliente documental sobre la historia -rise & fall- de la familia Panero Blanc, y estuve muchos días dándole vueltas a todo lo relacionado con la familia en general.

"Mataron a mi hijo en la montaña
un animal se esconde entre los árboles"

"Contra España y otros poemas no de amor" está  muy bien editado por El ángel caído ediciones.
Remiau y más miau.

martes, 22 de marzo de 2011

"Forever Young", de Bob Dylan y Paul Rogers


Cuando te quedas repantigado boca arriba escuchando a Dylan, pasa lo que pasa. 
Me pongo a buscar en la biblioteca y encuentro, entre algo de Cohen y algo de Montllor, este precioso libro ilustrado para niños, no tan niños, jóvenes y no tan jóvenes.
"Forever Young" es una ENORME canción del bardo de Minessota que el premiado ilustrador Paul Rogers ha tenido a bien de plasmar en elegantes dibujos. 14 páginas para catorce frases que tiene la canción (sin contar las repeticiones del estribillo, claro). Catorce maravillosas ilustraciones con aire sixtie, muy de la UPA, a todo color y repletas de guiños a la historia personal de Dylan.





Zimmerman compuso este tema para cantárselo a su niño, y luego se convirtió en un himno, una nana que puede y debe cantarse uno a sí mismo cuando le viene en gana. ¿Metáfora del envejecimiento? Sí, un poco. ¿Síndrome de Peter Pan? Un poco también. Dylan dice: "...la escribí pensando en uno de mis chicos y sin querer ser demasiado sentimental. Las frases me vinieron solas. Las acabé en un minuto, y así es como surgió la canción. Realmente no quería escribirla (buscaba algo diferente). La canción se escribió sola. Algunas canciones son así". Bueno, nadie puede decirlo mejor.
En espera de la segunda parte de sus "Memorias", me abro cualquier página de esta joya editada por Blume y pierdo el sentido. ¡Miau Dylan, Dylan miau!

En cada ilustración hay varias claves que el ilustrador ha querido incluir a modo de guiño al lector avispado, al conocedor de la obra de Dylan sobre todo, claro, porque se mencionan pasajes de la vida de Dylan, se nombran otras canciones suyas, se adivinan personajes de la vida real y varias coñas más que al final del libro se descubren. Un juguete fantástico a un precio más que razonable.
Un vídeo muy gráfico aquí:




También me gusta mucho lo que dice el ilustrador Rogers: "...estos dibujos incluyen imágenes de la vida y las letras de canciones de Dylan. Algunas son obvias y otras pretendían esconder cierto misterio. Por lo tanto, coged algunos álbumes de Dylan, sentáos, escuchad las letras, mirad el libro y a ver qué podéis encontrar".

sábado, 19 de marzo de 2011

"Pájaros a punto de volar", de Patricia Highsmith


Estoy aún temblando del gustazo de leer esta maravilla. En los relatos de "Pájaros a punto de volar" se desvela una turbadora realidad, la que se esconde debajo de la rutina, de los pueblos normales, de las calles de cualquier ciudad de cualquier país, en cualquier hora...y que da mucho miedito. No un miedo al "más allá", monstruos, alienigenas&co., no, porque esto es peor, miedo a lo más humano. Me explico: estos relatos señalan una especie de maldad que subyace en decisiones tomadas, en impresiones sobre el vecino, en las sonrisas de los vecinos, en la libertad coartada por los otros.


Hay un poso de lo extraño que resultan las relaciones con los demás en cada breve pero intensa historia genialmente narrada por la espléndida Patricia Highsmith. Edita Anagrama, of course. No sé si me voy a atrever con la biografía que acaba de publicar Circe. Sí, no, sí...meowww...


                                                                 Dentro del monstruo

viernes, 18 de marzo de 2011

"Tóxico", de Charles Burns



Brrrr...miedo. Soy fan de Burns desde hace muchos años, y digamos que ando familiarizado con su imaginario, sus viñetas, sus inquietudes. Hoy me han traído "Tóxico" y...miau!
Burns no defrauda, claro. Sus obsesiones siguen en aumento, sus influencias e incluso sus precursores, todos confluyen en su obra, como si Burns hubiera sabido que autores anteriores a él ya le debían algo.
Hergé sería el primer homenaje. "La estrella misteriosa", of course. El que haya leído a Tintín sabrá de qué hablo. Portada, corte de pelo, gato en vez de perro, guardas del libro (Reservoir Books lo ha editado a lo grande) y varios guiños más.
Y apocalipsis, David Lynch (como siempre en todo lo que escribe+dibuja Burns) y hasta Max.
Sí, Max, el ilustrador barcelonés a quien he visto en más de una ocasión en las viñetas de este "Tóxico". ¿Habrá leído Burns alguna vez a Max?


¿Y el argumento? ¡Para qué chafarlo! ¡Para qué explicarlo!
Se trata de una serie, así que habrá que esperar.
Esperar, tener pesadillas y ver el siguiente.
Admito que, como se ve en mi foto, al principio me costó una pizca.
Incluso por el olor. Bueno, la falta de olor. Acostumbrado como estoy a olfatear cómics y libros de todo tipo, me sorprendió que "Tóxico" huele más bien poco. Y eso me desagrada, pero no pasa nada.
El universo Burns de teenagers en celo, punkies de postal, personas amorfas, fetos que hablan, padres obtusos y chicas bonitas siempre ha funcionado, siempre ha disparado resortes entre los lectores.
"Burn Again", "Agujero Negro" y "El Club de la Sangre" son obras maestras que así lo confirman.
¿Que se me hace raro leerlo en color, a TODO COLOR?
Sí, la verdad, de ahí cierta extrañeza en mi gesto, pero no pasa nada. Habrá que esperar, insisto.
Miau por Burns.


domingo, 6 de marzo de 2011

"Memoria de Georges el amargado", de Octave Mirbeau




Es fascinante la decadencia de ciertos personajes novelescos. Su pasión por el fracaso, su amor por lo larvario, su auténtica carrera hacia el abismo. A mí, que me encanta Céline, este tema me toca de cerca, y en cuanto descubrí que Impedimenta había editado esta pequeña joya del gran Mirbeau, corrí a comprarla. En hora y cuarto estaba leída.



¡Ay, qué gran personaje este tal Georges! ¿Para qué casarse con una persona que detestas? Esta sería la pregunta clave de cualquier relación entre dos personas.
Si no te gusta alguien, habitualmente no te casas con él, en eso estamos –o deberíamos- de acuerdo todos. Pues Georges tiene otro punto de vista, que viene a decir algo así como: si no me gusta mi mujer, si realmente la detesto y encima me hace la vida imposible, tengo la oportunidad idónea de recluirme, de mirar hacia mí mismo como nadie ha hecho jamás. Grande. Terrible. Patético. En busca del ensimismamiento total, Georges acomete los golpes de su esposa con una parsimonia y un espíritu digno del mejor maestro zen. Ironía de la fina. Imaginación al poder. Capacidad de aislamiento, abstracción, dejadez y pereza. Y mala leche, ¡pero qué mala leche que se gasta! Estar acompañado para estar solo, abandonado a sí mismo mientras el otro te hace la vida imposible. ¿Retorcido? Mmm…miau!
Si bien las obras magnas de Mirbeau son “El jardín de los suplicios” y “Diario de una camarera”, con esta nouvelle se sale, por brevedad, negrura y punch. Remiau.