viernes, 27 de abril de 2012

"Jakob Von Gunten", Robert Walser



Ahhh… el Instituto Benjamenta como metáfora de…¿de qué?
Discrepo de la tendencia habitual de buscar un significado alegórico, simbólico y/o metaficcional a ciertas novelas etéreas, oníricas y hasta surrealistas como ésta. Robert Walser, vamos a decirlo ya, estaba en las nubes. Y bien que así fuera, porque escribía dotado de una magia como invisible, vaporosa. Sus personajes se contradicen, se niegan a sí mismos, parece que buscan salidas y lo que en realidad quieren es seguir ocultos en sus cavilaciones.
Walser es un narrador poco fiable. Dicho lo cual, es mejor no pararse en la lectura y acabarla del tirón. Un poco de Kafka aquí, de Musil allá, de Benjamin por doquier. Incluso del Novalis de "Enrique de Ofterdingen", preciosa novela, pardiez. En un artículo interesantísimo que escribió Coetzee en el New York Review of Books, logramos entrar un poco más en la mente del joven Walser, apocado escritor de los de largos paseos y poca conversación. 



Amante del silencio y la introspección, Walser salpica sus textos de interrogantes, y las memorias de adolescencia del joven Jakob Von Gunten son tan subjetivas y mágicas que ciertamente parecen salidas de un sueño. ¿Una novela mental? Who knows? Vagabundeos líricos, eso sí, preciosos. ¿Qué se aprende en el Instituto Benjamenta? Más bien poco. Nada. ¿Qué extrae Jakob de las enseñanzas, del director y de la fantasmagórica Lisa Benjamenta? Lo mínimo. No es una novela de formación, no. Yo no la veo así. Veo un interés lingüístico por llevar delicados pensamientos y vaguedades de un  teenager a un grado de poesía pura. Veo secretos inconfesables, pasadizos, sexualidad incipiente, sumisión, castigo, cinismo y un poco de crítica social.



Vaya, y los rarunos hermanos Quay hicieron su interpretación libre de la novela. 
Rarita parece la pelo, pero interesante (¿cómo podría pasarse al cine si no es de forma muy muy libre?).
Novela leve pero profunda, novela auténtica, con poca acción y mucha renuncia. Novela que me ha gustado y -esas cosas del poso que dejan ciertos autores meses después de leerlos- me seguirá gustando aún más. Edita sabiamente Siruela.


miércoles, 18 de abril de 2012

"Derrumbe", de Ricardo Menéndez Salmón


"Mire a la derecha"

Leí "Derrumbe" hace un mes y hasta hoy no he podido hacer la reseña. No por tiempo ni ganas, sino porque no sabía cómo asimilarla. Su lectura me dejó…K.O. Pensé en Philip Kerr y aquella joya llamada "Una investigación filosófica" y luego en George Saunders y su "Guerracivilandia en ruinas", pero eran meras referencias de género, relaciones que más bien por similitudes de "decorado literario" me vinieron a la cabeza. Nada que ver. Menéndez Salmón juega en otra liga. La liga de los estetas del lenguaje. ¿Un ejercicio de estilo pues? No. Un armazón lírico importante con una trama no especialmente cautivadora (para mi gusto). También pensé en thrillers españoles, pero es que es un género cinematográfico que para mi gusto no ha dado buenos frutos en nuestro país. ¿Quizá una película inglesa con actores de verdad? No sé, yo pensé que debería ser española, pero ahora lo dudo. Al grano: "Mortenblau", la primera parte de "Derrumbe", son 66 páginas vertiginosas, epatantes, cargadas de un contenido y un continente avasallador, con un asesino en serie despreciable, sumamente inteligente y con el que empatizas de una forma desagradable y nauseabunda. Con un ritmo delirante, el lector queda atrapado sin remisión en un torbellino de idas y venidas, diálogos cortantes, música clásica "de la que escucharía Hannibal Lecter", pasión por el verbo, descripciones fantásticamente alambicadas, alta literatura. 


"Mire a la izquierda"

"El mundo bajo la caperuza del loco" responde a las siguientes 70 páginas, en las que "Corporama" cobra protagonismo ("Corporama" es un parque temático, metáfora de…no, no cuento más). Aquí los personajes se mueven rápido, buscan caminos, los encuentran, se equivocan, se espían, se maltratan. Hay en esta segunda parte una cierta suspensión de la trama, un "Play-Pause-Play"  que deja al lector en ascuas, desviándole la mirada hacia un microcosmos enfermizo donde los hombres-larva se mueven casi sin saberlo. El terrorismo como un poeta liberador, un Zaratustra de la montaña mesiánico, un virus latente escondido en botellas de leche y…vaya, ya he dicho demasiado. Ssshhh…
Termina "Derrumbe" con "Padres sin hijos", capítulo cocteauniano para el final de una novela que es un thriller tecnológico-filosófico-psicológico de órdago.  Hombres persiguiendo a hombres que deberían ser monstruos pero son como todos nosotros. La novela es estremecedora y deja huella. Tanta -en mi caso- que me ha dejado mudo un mes sin saber qué demonios decir. La violencia llevada al lenguaje es algo que no había visto hacía tiempo, mucho tiempo. ¿Un thriller coral? Maybe. El corazón se acelera, eso ya os lo confirmo. ¡Miau, miau! Edita Seix Barral.


"Mire al centro y diga..."Derrumbe"!

domingo, 15 de abril de 2012

Byron´s of the Week



A mis garras han llegado esta semana:


  • "Exitus", de Antonio Luque a.k.a. Sr Chinarro. Edita El Aleph.
  • "Diario de un hombre amargado", de Federico Montalbán y Laia Doménech. Edita Morsa.
  • "Más árboles que ramas", de Jorge Wagensberg. Edita Tusquets (colección Metatemas).

sábado, 7 de abril de 2012

Byron´s of the Week

En mis garras dispongo esta semana de las siguientes joyas:


"Escenas de la vida de Londres por Boz", de Charles Dickens. Edita Abada
"Una edad difícil", de Anna Starobinets. Edita Nevsky Prospects
"Balada de Caín", de Manuel Vicent. Edita Backlist
"Al desnudo", de Chuck Palahniuk. Edita Mondadori