jueves, 15 de agosto de 2013

"La caja de Nicanor", por Blanca Lacasa y Abel Cuevas

Este libro no se me escapa

Esto es una caja de sorpresas, amigos.  Con este libro, aparentemente modesto y pequeñito (y modernito), niños y adultos se lo van a pasar en grande. O mejor dicho, fetén, de fábula, estupendamente. Nicanor es un joven curioso que encuentra una caja llamada Casiopea. Con ella recorre un camino repleto de vocablos desconocidos que rápidamente se convierten en familiares, a pesar de su sonoridad y su supuesto y primigenio misterio. 

Cabriolas: una de mis palabras favoritas

¿Cuántas veces hemos preguntado a nuestros padres o amigos acerca de palabras que nos son desconocidas? ¡Miles! ¿Cuántos tebeos  incluían expresiones raras que aprovechábamos para buscar en el diccionario y acabar aprendiendo? ¡Cientos! Pues Nicanor está en esa misma situación. Y Casiopea es una caja como de Pandora pero sin la maldad que esta incluía, claro. Casiopea está llena de palabras tronchantes y rimbombantes y biensonantes. Casiopea y Nicanor se cruzan con una tal Scruchi (¡menuda ella!) y con un bólido y un skater y un gaznápiro insensible y con mi personaje favorito de la historia: Guarripichi, un perro que decide…en fin…no pienso decir más. ¡Chitón, a leerlo toca!

Garantía de buena lectura Byron Cat

Abran este libro, léanlo con sus hijos y admitan que hace tiempo que no abren un tesoro ilustrado como este con el que se parten de risa. Cierto es que hablamos con poco vocabulario y hay montones de expresiones abrumadoras para usar, frases ampulosas, algunas rimbombantes, verdaderas astracanadas, excelsos juegos de palabras que andan en desuso por falta de…de sentido del humor. “La caja de Nicanor” es como un diccionario pop para desengrasar nuestra vagancia expresiva, un antioxidante del vocabulario.
Quiero hacer mención especial al tratamiento gráfico de esta joya. Si la historia ya es más que interesante, no se pierdan los colores, las proporciones, los juegos que Abel Cuevas (mis más gatunas felicitaciones desde este humilde blog) regala a este precioso libro de Blanca Lacasa. ¡Retruécanos, qué maravilla!

Edita sabiamente Modernito Books

Las tipografías infinitas de Abel Cuevas molan mazo
Ejem, mejor dicho: me placen sobremanera

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